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Abro mis ojos en esta mañana y al revisar las redes quedo sorprendido por una noticia: Steve Lawson (Primera imagen) elimina todas sus cuentas y seminarios vinculados anulan todos los videos relacionados con el. Inmediatamente la lluvia de comentarios no se hace esperar; todos polarizados entre quienes aplauden esto y los que indican tal acción es equivoca. A esto se suma quien afirma que, si Lawson no fuese calvinista, no tendría tantos defensores. Pues bien, ante tales afirmaciones, no podía quedarme callado. Así que, aquí les va mi reflexión. Primero, nadie intentará justificar el pecado, sea el propio, sea el ajeno. Pecado es pecado y siempre debe ser confrontado. Pero la confrontación debe hacerse con temor, ya que la regla cristiana es: "sobrellevad las cargas unos a otros CONSIDERANDOTE A TI MISMO, no sea que tú también seas tentado". A muchos se les olvida que "juicio sin misericordia se hará con el que no tiene misericordia", y hay demasiados jueces pululando en Internet. Claro, Lawson lo hizo mal, y está pagando ya las consecuencias de su pecado forzosamente confesado. Sin embargo, ninguno está exento de cometerlo también, por lo cual debemos orar para que su restauración sea enteramente completa. Y si esta palabra, "restauración", te causa repulsión, entonces, amado lector, tu Cristianismo es un adjetivo que te describe pero no un sustantivo que te define. Segundo, el hecho de no implica que; falacia no sequitur. Nada tiene que ver el calvinismo de Lawson en este asunto. Esto lo decimos porque, cuando salió la Biblia Jimmy Swaggart, muchos calvinistas la adquirimos, específicamente estudiantes míos, sin prestar atención a la caída de ese predicador arminiano (Segunda imagen). Asimismo, estuvimos en contra de que se anularan los escritos de Ravi Zacarías (Tercera imagen) cuando se intentaron sacar de circulación a causa de los escándalos vinculados a éste. Y recuerden que Ravi no era calvinista. Tercero, si bien el celo por las cosas de Dios debe consumirnos, recordemos que dicho celo debe acompañarse de sabiduría. Esto implica que nuestra misión, más que acusar al hermano es levantarle y acompañarle en el proceso de restauración. Esto lo digo porque también descubro que muchas de las reacciones, aparte de ser inmisericordes, tienden a ser agresivas incluso con cuestiones que, pensadas fríamente, tienen una solución más tranquila. Piensen por ejemplo, en el caso Alistair Begg (Cuarta imagen). Si bien su consejo no fue el más acertado, todo el quilombo que se le armó y las puertas que les cerró está cultura de cancelación "piadosa", mostró la grotesca cara de un hervor popular carente de sabiduría. Y lo que le sucedió a Begg no era nada comparado con Lawson. No obstante, la continuación de este celo mal dirigido acabó con la carrera de un compañero que pudo haber continuado su ministerio y ser de bendición para muchos más. Claro que, podría escuchar a muchos en los comentarios diciendo que, ora un mal consejo, ora la caída en adulterio, inhabilitan al pastor para su vocación ministerial ya que dejaría de ser "irreprensible". Sin embargo, quien piensa de tal modo se olvida que Pedro cayó peor, y pese a ello, el Señor le restauró y lo comisionó al trabajo pastoral de nuevo (Jn. 21.15ss.). Y es que, nuestro Dios actúa así. Si tan solo nosotros nos parecieramos mejor a nuestro Padre. No sabéis para nada lo glorioso que resulta la restauración de una persona. Sino, pregúntadselo a mi amigo @EdgarPacheco- quien se ha convertido en todo un fenómeno de bendición para tantos, tras haber sido alcanzado por este acto restaurador. Cuarto, y finalmente, considero una soberana estupidez anular los vídeos públicos del Sr. Lawson. Si este desea, por cuenta propia eliminarlos, es una cosa. Pero hacerlo aquellos seminarios que fueron beneficiados por su labor docente, simplemente por salvaguardar la institución, me parece no solo hipócrita, sino impío. Solo los paganos actúan así. Fíjense que si Dios pensara igual, tendríamos que eliminar muchos salmos de nuestra Biblia, y también narraciones como 1 y 2 Samuel así como los dos primeros capítulos de 1 Reyes y cualquier mención que haya de David (Quinta imagen, serie El Rey David). A fin de cuentas, este no solo cayó en adulterio sino que mató a un hombre en el proceso de encubrimiento; encubrimiento que duró casi un año. No obstante, pese a que se vio forzado a pedir perdón cuando el profeta le confrontó (porque si no, todavía estaría escondiendo el elefante) Dios no solo le perdona sino que le convierte en un referente para juzgar la conducta de los reyes posteriores ("anduvo o no en el camino de David"); y de ñapa, lo dejó inserto en la genealogía de Cristo. Ese es nuestro Dios, y deberíamos imitarle más a menudo ya que, tu que juzgas, también serás juzgado. Y aunque se te permite hacerlo, el consejo no solo es que seas justo, sino también misericordioso al juzgar. Busca la restauración, no la destrucción. Y aprende a diferenciar no solo al sujeto de su acto, sino también de su trabajo. Está demás pues, promover la cancelación del trabajo y las enseñanzas de Lawson. Porque la verdad es independiente del carácter de quien la proclama. Es verdad y punto... Aunque salga de labios del mismísimo Caifás (Jn. 11.48-50). Es cuánto. ...Y SE DIJO. Imagen 1Imagen 2Imagen 3Imagen 4Imagen 5