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A principios de este año, una publicación de @rinconapologetico había preparado a su audiencia para el anuncio de la conversión inesperada de un influencer al papismo. Por mucho tiempo se mantuvo en vilo a todos tratando de saber a quién se refería. Algunos sospechaban podría ser Jonathan Ramos, Rigoberto o Faraj. Sin embargo, los acontecimientos del Fiducia Supplicans y la subsiguiente batalla en las plataformas revelaron que aquellos no podían ser. Entonces, Ravasi preparó un live y mostró quien era el implicado: Emanuel Danann (Primera imagen), quien había pasado del deismo para regresar a su identidad como miembro de un país con trasfondo católico. Esto de por sí abría una alarma puesto que, sus razones para abrazar el catolicismo fueron más culturales que espirituales. Sin embargo, los garroteros no tomaron esto en cuenta y se pusieron a cantar victoria prematuramente. Primero vino Santiago Alarcón (Segunda imagen) quien sería en parte responsable de dicho paso; luego apareció Plascencia, quien se relamia los labios con la victoria (Tercera imagen) y hasta Pater Noster echó su bocadito (Cuarta imagen). Sin embargo lo que todos ellos no lograron ver ni admitir es que Danann realmente no pasó al catolicismo ni tuvo una experiencia de conversión. Esto último habría sido contradictorio con la manera en que la ICAR entiende dichos procesos (y más si Danann había sido bautizado de niño). Pero no solo eso, sino que también el influencer seguía mostrando irreverencia en su lenguaje, expresándose como no debería hacerlo un regenerado. Claro que aquello sería una percata minuta. A fin de cuentas, Sacrosanctum se considera buen católico pese a lo sucio de su boca. No, ese no era el gran problema. Entonces, cuál?. Pensemos: Danann hace batalla cultural contra el feminismo y las agendas progres. Pero de repente, tienes al Papa intentando feminizar la Iglesia, apoyando visiones de izquierda, firmando el Fiducia, apoyando a los obispos liberales y excomulgando a los ultraconservadores. Si el deseaba ser un buen católico, debía abandonar su carrera como influencer ya que sería un hipócrita al aceptar lo que antes combatió, o un mal católico si actuaba en contra del papado. Tal parece escogió el segundo camino, queriendo ser más Ravasi que católico. Y aunque al sacerdote lo removieron por sus terribles actuaciones, prefiere Danann defenderlo a él, y atacar virulentamente al Papa (Quinta imagen), incluso de forma despectiva; cosa que muestra realmente Danann no se hizo católico, sino se unió a esta creciente sección de un catolicismo rancio, ignorante del CVII y enamorado de una ICAR que, literalmente, ya no existe. Por supuesto, quien mejor ha comprendido esto ha sido el apologista concienzudo, no fanatizado por el garroterismo icarista, y que al escuchar a Danann referirse a su conversión como regreso a una fe cultural, pese a tener un magisterio infiltrado (palabras dichas en la entrevista con Ravasi), se dio cuenta que Danann volvió no a la Iglesia, sino al espejismo de Iglesia que venden los garroteros. No se hizo católico, sino ravasiano, plascencista y alarconiano. Y por esa razón puede tranquilamente atacar al Papado sin que se le caiga la cara de vergüenza. En otras palabras, Danann más que icarista, es un protestante y la última de sus publicaciones lo evidencia (Quinta imagen). Vamos Danann, ayúdanos desde adentro y da el golpe mortal. Solo así aprenderá el Garrotero a no cantar...tan pronto...victoria. 