Es penoso enterarse que Steve Lawson, uno de los mejores exponentes de la predicación expositiva, cayó en terrible desacredito a causa de una mujer y por tanto, fue removido del ministerio. Sin duda, tal situación nos causa terrible congoja porque tenemos a un hermano a quien le han alcanzado sus pecados. No obstante, debemos recordar que la disciplina es dada no a los bastardos, sino a los hijos. A diferencia de la Inquisición medieval, el sistema disciplinar evangélico no es una suerte de purgatorio protestante, con juicio indefinido. Jamás. El objeto de la disciplina es la amonestación con fines de restauración; nunca destrucción. Esperemos esto suceda con Lawson. Asimismo se debe resaltar la manera como se ha tratado este caso. No se ha eximido de ser publicado públicamente, ya que el escándalo así fue. Y mientras en otros grupos se evita empañar la imagen de la institución, dentro del mundo evangélico, no hay favoritismo y pese a ser Lawson, no puede ministrar en el púlpito ya que, a Dios se le debe tomar en serio. De este modo, la triste noticia recibida solo nos enseña, por lo menos, dos cosas: disciplinar con firmeza, si, Pero procurando una restauración amorosa. Es cuánto. 
Terrible situacion...
Colapsar
X
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Estoy de acuerdo. Adicionalmente:
- debemos sugerir que no se maneje como un chisme en los grupos, sino con seriedad.
- debemos reflexionar en que el que crea estar firme, mire que no caiga. Todos debemos estar atentos. -
De hecho la iglesia debe dolerse cuando ocurre este tipo de casos y a como bien dice, tratarlo con seriedad y respeto.Comentario
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