Edgar Pacheco - ENDKhace 1 día
🚨 LA CRISIS DE HUGO MOPPET 🚨
Como era de esperarse, el señor Hugo Moppet, ese prodigio del desatino teológico que en su momento nos ilustró con su exégesis de fantasía—afirmando con toda la seriedad del mundo que Pablo “se golpeaba los ojos” para cumplir los sufrimientos de Cristo en el purgatorio (pero que él, en su infinita prudencia, optaba solo por bañarse con agua fría)—ha vuelto a hacer de las suyas.
Esta vez, en el debate contra Carlos (quien, dicho sea de paso, le propinó una súper paliza que debería figurar en los anales de la humillación intelectual), nuestro buen Hugo se lanzó a un festival de disparates con un nivel de grandilocuencia digno de un mitómano en crisis. La derrota fue tan apabullante que, lejos de asumir su error con dignidad, ha decidido emprender la ya clásica estrategia de control de daños: programar videos para lavarse la cara mientras se arrastra con desesperación ante el chori woke, esperando que le conceda un pedacito de pantalla en su canal para maquillar su desastre.
Pero no se preocupen, que en los próximos días vamos a diseccionar sus intentos con la precisión de un cirujano y el sarcasmo de un verdugo. Esto apenas comienza.
🚨 LA CRISIS DE HUGO MOPPET 🚨
Como era de esperarse, el señor Hugo Moppet, ese prodigio del desatino teológico que en su momento nos ilustró con su exégesis de fantasía—afirmando con toda la seriedad del mundo que Pablo “se golpeaba los ojos” para cumplir los sufrimientos de Cristo en el purgatorio (pero que él, en su infinita prudencia, optaba solo por bañarse con agua fría)—ha vuelto a hacer de las suyas.
Esta vez, en el debate contra Carlos (quien, dicho sea de paso, le propinó una súper paliza que debería figurar en los anales de la humillación intelectual), nuestro buen Hugo se lanzó a un festival de disparates con un nivel de grandilocuencia digno de un mitómano en crisis. La derrota fue tan apabullante que, lejos de asumir su error con dignidad, ha decidido emprender la ya clásica estrategia de control de daños: programar videos para lavarse la cara mientras se arrastra con desesperación ante el chori woke, esperando que le conceda un pedacito de pantalla en su canal para maquillar su desastre.
Pero no se preocupen, que en los próximos días vamos a diseccionar sus intentos con la precisión de un cirujano y el sarcasmo de un verdugo. Esto apenas comienza.