Uno de los bastiones que ha tenido el wokismo para su expansión ha sido la media. A través del entretenimiento, las cadenas tradicionales de noticias y medios periodísticos, el progresismo hizo publicidad de las ideas LGBTIQ, el feminismo radical y su representación política en el Partido Demócrata. A través de sus influjos se fue promoviendo una cultura de la cancelación que incluso se cebaría con el mismísimo presidente de los Estados Unidos del 2016-2020, Donald J. Trump.
Se esperaba que ante tal fuerza de contención y manipulación de la data, los canales alternativos (vg. las redes sociales) sirviesen como un campo en el cual la libertad de expresión hallase un espacio sagrado para su ejercicio, sin embargo dichas plataformas se volvieron no solo arbitrarias, sino injustas. Los algoritmos de contención, en su afán de cumplir con su programación , hicieron pagar a justos por pecadores, atentando contra la libertad de expresión de millones y cancelando cuentas de personas que trabajaron duro para tener una cantidad elevada de suscriptores.
De este modo, si mencionabas las palabras "negro" o "haitiano", sin atender al contexto de la expresión, tildaban tu comentario de racista y adiós. Lo mismo sucedía si hablabas del Covid-19, del aborto, de los trans, de los gays, etc. Y mientras Zuckerberg, fundador de Facebook, era juzgado por valerse de la plataforma para conocer los datos personales de los usuarios, los algoritmos siguieron silenciando arbitrariamente a millones, y sirviendo como campaña publicitaria de Biden o Kamala. Parte de la culpa en que se pintaste con sombríos colores la primera administración Trump (a quien por cierto, el antiguo Twitter funó), fue debido a medios alternativos como Facebook.
Ante tal situación, comenzaron a surgir nuevos canales y plataformas como Telegram, la cual cotizó alto en bolsa para 2020 haciendo que las acciones de Twitter cayesen. La razón era que las políticas de cancelación eran prácticamente menos agresivas y la libertad de expresión se garantizaba. Luego Elon Musk se pasó al banco conservador y tras adquirir Twitter a la que llamó X, agregó un nuevo espacio en esta guerra contra el wokismo. Y para colmo, con la desastrosa campaña de Kamala Harris, hasta Jeff Bezos, ahora dueño no solo de Amazon sino del Washington Pos,t decidió hacerse a un lado y dejar el apoyo a los demócratas.
Bueno... Ahora que ganó Trump de forma estrepitosa (a causa del deterioro de la administración Biden), todo el mundo quiere hacerse conservador. Y uno de los que se ha pasado a este renglón ha sido Marc Zuckerberg (Imagen debajo). Sus recientes declaraciones muestran un giro inesperado de los acontecimientos y el traslado de la base principal, desde la California progre a la Texas conservadora no solo es simbólico sino evidencia del compromiso que tiene de asumir un nacionalismo más consonante con la Era Trump. Pero claro, para creadores de contenido como nosotros, a quienes tantas veces nos funaron (a mi me han bajado ya varios videos por temas como éste) tratar tal temática resulta obligatorio. Y así lo haremos en el raro-verso, Maes unidos. No te lo pierdas.

Se esperaba que ante tal fuerza de contención y manipulación de la data, los canales alternativos (vg. las redes sociales) sirviesen como un campo en el cual la libertad de expresión hallase un espacio sagrado para su ejercicio, sin embargo dichas plataformas se volvieron no solo arbitrarias, sino injustas. Los algoritmos de contención, en su afán de cumplir con su programación , hicieron pagar a justos por pecadores, atentando contra la libertad de expresión de millones y cancelando cuentas de personas que trabajaron duro para tener una cantidad elevada de suscriptores.
De este modo, si mencionabas las palabras "negro" o "haitiano", sin atender al contexto de la expresión, tildaban tu comentario de racista y adiós. Lo mismo sucedía si hablabas del Covid-19, del aborto, de los trans, de los gays, etc. Y mientras Zuckerberg, fundador de Facebook, era juzgado por valerse de la plataforma para conocer los datos personales de los usuarios, los algoritmos siguieron silenciando arbitrariamente a millones, y sirviendo como campaña publicitaria de Biden o Kamala. Parte de la culpa en que se pintaste con sombríos colores la primera administración Trump (a quien por cierto, el antiguo Twitter funó), fue debido a medios alternativos como Facebook.
Ante tal situación, comenzaron a surgir nuevos canales y plataformas como Telegram, la cual cotizó alto en bolsa para 2020 haciendo que las acciones de Twitter cayesen. La razón era que las políticas de cancelación eran prácticamente menos agresivas y la libertad de expresión se garantizaba. Luego Elon Musk se pasó al banco conservador y tras adquirir Twitter a la que llamó X, agregó un nuevo espacio en esta guerra contra el wokismo. Y para colmo, con la desastrosa campaña de Kamala Harris, hasta Jeff Bezos, ahora dueño no solo de Amazon sino del Washington Pos,t decidió hacerse a un lado y dejar el apoyo a los demócratas.
Bueno... Ahora que ganó Trump de forma estrepitosa (a causa del deterioro de la administración Biden), todo el mundo quiere hacerse conservador. Y uno de los que se ha pasado a este renglón ha sido Marc Zuckerberg (Imagen debajo). Sus recientes declaraciones muestran un giro inesperado de los acontecimientos y el traslado de la base principal, desde la California progre a la Texas conservadora no solo es simbólico sino evidencia del compromiso que tiene de asumir un nacionalismo más consonante con la Era Trump. Pero claro, para creadores de contenido como nosotros, a quienes tantas veces nos funaron (a mi me han bajado ya varios videos por temas como éste) tratar tal temática resulta obligatorio. Y así lo haremos en el raro-verso, Maes unidos. No te lo pierdas.