Las elecciones en Estados Unidos 2024 han pasado. Pese a las irregularidades presentadas en las urnas de algunos estados, las denuncias de votos trumpistas destruidos, la retención de los mismos a los militares (la gran mayoría a favor del magnate republicano), la multimillonaria propaganda y el problema del voto electrónico, literalmente la ola roja del republicanismo arrasó el mapa (Imagen 1). En contraste a las elecciones 2020, Trump se superó a sí mismo (Imágenes 2 y 3). Fue un colapso total. El paso de los acontecimientos también trajo algunas observaciones interesantes que deseo compartir con ustedes:
1. En estas elecciones se descubre cómo, pese al oficialismo de turno, la democracia una vez ha sido reivindicada. Lo digo porque muchos de quienes atacaban la democracia por su tendencia demagógica, se han unido al gozo estadounidense de un pueblo INFORMADO que supo elegir a su gobernante. Esto realmente es el sentido real de lo que por democracia entendemos. Una democracia intelectual no una por derecho de nacimiento.
2. No se puede confiar en el voto electrónico. Acorde con las estadísticas, en este formato electoral predominó un 44% de voto demócrata por encima del republicano (39%) lo cual supone una suspicacia por parte de estos últimos, debido a su naturaleza manipulable. La preferencia por el voto presencial (sea temprano u oficial) se hizo notar en estas elecciones mucho más que en las anteriores.
3. La participación masiva de personas que salieron a votar en estas elecciones fue crucial. Sin duda, el sector masculino hizo acto de presencia, entendiendo que la gran mayoría favorecía al trumpismo por entender que representaba mejor los intereses de un pueblo agotado por la crisis administrativa de la era Biden. Esto permitió que se derribase la barrera azul y Pensilvania se tintase de rojo. PD. A estás alturas el lector sabrá diferencia que por rojo nos referimos a los republicanos, no a los socialistas.
4. El sector latino y afrodescendiente también estaba identificado con el trumpismo, pese a que los demócratas contaban con ellos. Pero como podrían pensarlo si Kamala no tenía idea de cómo solventar los problemas que afectan realmente a los latinos en Estados Unidos (trabajo, salud y canasta familiar). La estabilidad económica era lo que estos necesitaban tener asegurada y el Town Hall con los latinos fue crónica de muerte anunciada. En el caso de los afroamericanos, no podría esperarse otra cosa cuando tú única propuesta para ellos es darles marihuana a cambio de su voto. 5. El sector cristiano (y sobre todo el evangélico) fue muy relevante aquí. Las estadísticas de Lifeway Research evidenciaban que 3 de cada 4 evangélicos estaban identificadas con Trump. Cómo nunca hubo un estudio estadístico oficial (que yo sepa) del apoyo icarista, no puedo hablar al respecto. El hecho de que hasta los amish salieran en masa a votar nos refiere justamente a este punto (tal y como destacase Laje); cosa influyente para que Pensilvania se rindiese al trumpismo. Kamala, parece que haber echado de tu rally a esos jóvenes cristianos cuyo único delito fue proclamar a Cristo, los condujo al otro mitin... Y parece que este no era tan pequeño (Bien por ti, Vance).
6. La figura en declive de Kamala Harris también es un factor a mencionar. No le valió de nada el apoyo de los artistas (Avengers incluidos), el grito de Beyoncé, los bailes de Usher, las palabras de Eminem, los susurros de Ricky "mordedor de almohada" Martin y el abrazo de Oprah. Los Avengers hicieron una llamada de emergencia, Bill Gates hizo sus donaciones, los Clinton salieron a llorar y los Obama a suplicar... Pero de nada valió. Porque como alguien dijo, pese a su influencia, "no mueven números". Tonto del candidato que se crea cosechar la victoria con el apoyo de los poderosos influencers. Nada podrán hacer cuando un pueblo se informa; y solo les queda abandonar su otrora posición proselitista y hacer como Zuckerberg, Bezos o Taylor Swift: arrinconarse diciendo que adoptarán la neutralidad o cancelar la presentación en el último discurso de su candidata preferida. Vamos que no siquiera el mismo Biden acompaño a Kamala. Sin duda, está vez, los Simpsons se equivocaron (Imagen 4).
7. Tenemos también a Elon Musk. El apoyo de este empresario y los recursos a su disposición también servirían como pieza clave para el proyecto Trump 2024. Sin duda, sin Musk, esto no se hubiese logrado con tal precisión. Independientemente de sus motivos.
8. Finalmente, tenemos a Trump. Le hicieron de todo: impeachment, trapos sucios, juicios, mala publicidad, ataques, calumnias, intentos de asesinato y sin embargo, al final... Ufff... No le arrebataron su regreso a la Casa Blanca. La era Trump, a la que se intentó barrer de un plumazo en 2021, ha regresado con fuerza y el nuevo mandatario llegará en el asiento de copiloto de su camión de basura. Es la última oportunidad para sanar a una nación herida por la crisis y el desorden. Sin duda, es el testimonio de no rendirse, cuando todo está en tu contra, incluso la media. Mi reflexión. En cuanto a todo esto es que, ciertamente ganamos, gracias a la.providencia divina que no nos dió el gobernante que mereciamos, sino el que necesitábamos. Sin embargo, a los trumpistas les digo que tengan cuidado con el mesianismo politico. Su deber será orar para que todo resulte mejor y, lo más importante, confiar en la soberanía divina. Es posible que la transición pacífica sea motivo para que los medios lo usen a favor de los demócratas afirmando que con Trump, en 2021 la cosa fue más difícil (eso es seguro); no importa, nuestra misión será orar por sabiduría para el equipo de la Oficina Oval, y que se arregle esta nación a la luz de Prov. 29.2 porque gracias a Dios, evitamos Os. 8.4. Ahora, dejemos está reflexión que se nos hizo tan larga, y dejemos llorar a la tipa del meme (Imagen 5). Para más información, vea nuestro video "El Colapso de Kamala" accediendo a este link: https://youtu.be/k-cR8B8ZgAA?si=8_MWW...
1. En estas elecciones se descubre cómo, pese al oficialismo de turno, la democracia una vez ha sido reivindicada. Lo digo porque muchos de quienes atacaban la democracia por su tendencia demagógica, se han unido al gozo estadounidense de un pueblo INFORMADO que supo elegir a su gobernante. Esto realmente es el sentido real de lo que por democracia entendemos. Una democracia intelectual no una por derecho de nacimiento.
2. No se puede confiar en el voto electrónico. Acorde con las estadísticas, en este formato electoral predominó un 44% de voto demócrata por encima del republicano (39%) lo cual supone una suspicacia por parte de estos últimos, debido a su naturaleza manipulable. La preferencia por el voto presencial (sea temprano u oficial) se hizo notar en estas elecciones mucho más que en las anteriores.
3. La participación masiva de personas que salieron a votar en estas elecciones fue crucial. Sin duda, el sector masculino hizo acto de presencia, entendiendo que la gran mayoría favorecía al trumpismo por entender que representaba mejor los intereses de un pueblo agotado por la crisis administrativa de la era Biden. Esto permitió que se derribase la barrera azul y Pensilvania se tintase de rojo. PD. A estás alturas el lector sabrá diferencia que por rojo nos referimos a los republicanos, no a los socialistas.
4. El sector latino y afrodescendiente también estaba identificado con el trumpismo, pese a que los demócratas contaban con ellos. Pero como podrían pensarlo si Kamala no tenía idea de cómo solventar los problemas que afectan realmente a los latinos en Estados Unidos (trabajo, salud y canasta familiar). La estabilidad económica era lo que estos necesitaban tener asegurada y el Town Hall con los latinos fue crónica de muerte anunciada. En el caso de los afroamericanos, no podría esperarse otra cosa cuando tú única propuesta para ellos es darles marihuana a cambio de su voto. 5. El sector cristiano (y sobre todo el evangélico) fue muy relevante aquí. Las estadísticas de Lifeway Research evidenciaban que 3 de cada 4 evangélicos estaban identificadas con Trump. Cómo nunca hubo un estudio estadístico oficial (que yo sepa) del apoyo icarista, no puedo hablar al respecto. El hecho de que hasta los amish salieran en masa a votar nos refiere justamente a este punto (tal y como destacase Laje); cosa influyente para que Pensilvania se rindiese al trumpismo. Kamala, parece que haber echado de tu rally a esos jóvenes cristianos cuyo único delito fue proclamar a Cristo, los condujo al otro mitin... Y parece que este no era tan pequeño (Bien por ti, Vance).
6. La figura en declive de Kamala Harris también es un factor a mencionar. No le valió de nada el apoyo de los artistas (Avengers incluidos), el grito de Beyoncé, los bailes de Usher, las palabras de Eminem, los susurros de Ricky "mordedor de almohada" Martin y el abrazo de Oprah. Los Avengers hicieron una llamada de emergencia, Bill Gates hizo sus donaciones, los Clinton salieron a llorar y los Obama a suplicar... Pero de nada valió. Porque como alguien dijo, pese a su influencia, "no mueven números". Tonto del candidato que se crea cosechar la victoria con el apoyo de los poderosos influencers. Nada podrán hacer cuando un pueblo se informa; y solo les queda abandonar su otrora posición proselitista y hacer como Zuckerberg, Bezos o Taylor Swift: arrinconarse diciendo que adoptarán la neutralidad o cancelar la presentación en el último discurso de su candidata preferida. Vamos que no siquiera el mismo Biden acompaño a Kamala. Sin duda, está vez, los Simpsons se equivocaron (Imagen 4).
7. Tenemos también a Elon Musk. El apoyo de este empresario y los recursos a su disposición también servirían como pieza clave para el proyecto Trump 2024. Sin duda, sin Musk, esto no se hubiese logrado con tal precisión. Independientemente de sus motivos.
8. Finalmente, tenemos a Trump. Le hicieron de todo: impeachment, trapos sucios, juicios, mala publicidad, ataques, calumnias, intentos de asesinato y sin embargo, al final... Ufff... No le arrebataron su regreso a la Casa Blanca. La era Trump, a la que se intentó barrer de un plumazo en 2021, ha regresado con fuerza y el nuevo mandatario llegará en el asiento de copiloto de su camión de basura. Es la última oportunidad para sanar a una nación herida por la crisis y el desorden. Sin duda, es el testimonio de no rendirse, cuando todo está en tu contra, incluso la media. Mi reflexión. En cuanto a todo esto es que, ciertamente ganamos, gracias a la.providencia divina que no nos dió el gobernante que mereciamos, sino el que necesitábamos. Sin embargo, a los trumpistas les digo que tengan cuidado con el mesianismo politico. Su deber será orar para que todo resulte mejor y, lo más importante, confiar en la soberanía divina. Es posible que la transición pacífica sea motivo para que los medios lo usen a favor de los demócratas afirmando que con Trump, en 2021 la cosa fue más difícil (eso es seguro); no importa, nuestra misión será orar por sabiduría para el equipo de la Oficina Oval, y que se arregle esta nación a la luz de Prov. 29.2 porque gracias a Dios, evitamos Os. 8.4. Ahora, dejemos está reflexión que se nos hizo tan larga, y dejemos llorar a la tipa del meme (Imagen 5). Para más información, vea nuestro video "El Colapso de Kamala" accediendo a este link: https://youtu.be/k-cR8B8ZgAA?si=8_MWW...