Conmoción con la ICAR en México... Tiembla el mundo de los garroteros...

**jpasos** · 25/09/2024, 19:51:23

El sacerdote mexicano "monseñor Isidro Puente (Primera imagen) rompe con su obispo y se une a un grupo sedevacantista". Así anunciaba con amargura un titular de Infovaticana respondiendo a un vídeo hecho por el aludido en su cátedra sacerdotal. Las razones son claras para quienes han visto sus últimas declaraciones en contra de lo que considera un magisterio que se ha desligado de las enseñanzas originales del Cristianismo, en particular tras el Fiducia Supplicans. A esto se suma una serie de conflictos personales con el obispo de Tijuana, Mons. Barrón, las cuales hicieron que este sacerdote, fundador de las Religiosas Ecumenicas de Guadalupe, decidiera irse de Roma y afiliarse a la Fraternidad Sacerdotal de Trento, un grupo cismatico fundador por Moisés Carmona, el obispo consagrado por Dhin Tu, uno de los pilares del sedevacantismo y que también consagró a los obispos de El Palmar de Troya, otra iglesia católica cismatica. Muy pronto, el mundo garrotero tembló y la primera en salir a hacer control de daños fue Cruz Iniesta (Segunda imagen). Y como no hacerlo si este monseñor era el referente de Plascencia quien, no solo llegó a entrevistarle (Tercera imagen) sino que hizo una serie de videos presentándole como el héroe por quién justificaba su tradicionalismo y ataque a la ICAR, mientras seguía confesándose papista. Pero ya vimos el interesante resultado. Por supuesto que, atendiendo a lo dicho por el sacerdote, muchos saldrán a decir que lo sacamos de contexto porque el confiesa no adherirse al sedevacantismo, lo cierto es que la Fraternidad Sacerdotal de Trento, en su website oficial (Cuarta imagen), sí reconoce serlo (Quinta imagen). Así que, Atrapadaaaa... Sin duda alguna, el caso Isidro Puentes Ochoa es una evidencia de que situarse en contra del magisterio actual, por más progre que sea y más Fiducia que se vista, solo es dar patadas de ahogado para evitar lo inevitable. Y los ultraconservadores icaristas, que sueñan con una Iglesia parecida a Trento y no al CVII, solo les quedan dos opciones: o se la bancan como hace Richbell, o se largan como ha hecho el Mons. Isidro. Pero no pueden quedarse a medias tintas cuál Plascencia, soñando con cambiar lo que ya no tiene remedio. Es cuánto.