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Una interesante reflexión..
Por Edgar Pacheco:
UN EX PROTESTANTE QUE NEGABA LA TRINIDAD Hasta acá se escucha el rugido de tripas, amigo. No que esté mal contar el profundo testimonio de cómo ver un pedazo de pollo ensangrentado te hizo inclinarte por el catolicismo. ¡Para nada! El mundo está lleno de personas de todos los sabores, colores y olores. Algunos se hacen católicos porque, confundiendo a la Santa Muerte con la Virgen de Guadalupe, juran que esta última les hizo un milagrito, mientras que otros, embelesados por el “milagro del sol”, babean cual perros de Pavlov cada vez que escuchan una campanita sonar en misa. Pero, permíteme preguntarte algo con todo respeto (y una ceja levantada): ¿por qué la deshonestidad? ¿"Protestante"? ¿En serio? ¡PROTESTANTE! El cartelito te queda más grande que los hábitos papales en una pasarela de moda. Dinos, mi querido “exprotestante”, ¿a cuál confesión protestante te adherías? Porque, claro, no es lo mismo haber sido bautizado en una comunidad histórica, con raíces confesionales, que salir de una secta unicitaria. Vamos, ¿de cuál confesión protestante hablamos? ¿a cual confesión magisterial te adherias? ¿A la Confesión Tetrapolitana, la Galicana, la Belga, la Primera Confesión de Basilea, la Helvética, la Escocesa, o quizás los Treinta y Nueve Artículos? ¿Qué tal el Consenso Tigurino o la Confesión de Londres? ¡Ah!, ya sé, ¿la Confesión de Westminster? A lo mejor te estás refiriendo a los Cánones de Dort o los Tres Símbolos de Unidad. ¿será acaso la confesión de Lambeth o la Valdense? ¿o por lo menos a los 28 articulos? ¡Ilústranos! Porque, vamos a ver, hay una gran, gran diferencia entre ser un protestante confesional, que entiende su fe y la vive en torno a su quehacer teológico, y tú, que vienes de una secta unicitaria, ¡una que niega la Trinidad, nada menos! Y no solo eso, ¡te bautizaste con ellos! No me vengas ahora con que los grupitos apostólicos y proféticos son la vanguardia de la confesionalidad reformada, porque ya no sé si reír o llorar. Así que, como decimos en México con el más cariñoso de los consejos: "ten tantita madre". No puedes seguir lucrando y engañando a las personas tan descaradamente. ¿O es que de verdad crees que nadie se va a dar cuenta de tu oportunismo disfrazado de conversión? La verdad tiene un peso propio, y no se necesita de shows teatrales ni historias emocionales mal contadas para sostenerla. DI LA VERDAD, no FUISTE PROTESTANTE, estuviste cerca de ser EVANGÉLICO, pero tampoco lo fuiste. Tus propias palabras te condenarán en el día del juicio, deja de engañar a la gente y se sincero por una vez en tu vida.
UN EX PROTESTANTE QUE NEGABA LA TRINIDAD Hasta acá se escucha el rugido de tripas, amigo. No que esté mal contar el profundo testimonio de cómo ver un pedazo de pollo ensangrentado te hizo inclinarte por el catolicismo. ¡Para nada! El mundo está lleno de personas de todos los sabores, colores y olores. Algunos se hacen católicos porque, confundiendo a la Santa Muerte con la Virgen de Guadalupe, juran que esta última les hizo un milagrito, mientras que otros, embelesados por el “milagro del sol”, babean cual perros de Pavlov cada vez que escuchan una campanita sonar en misa. Pero, permíteme preguntarte algo con todo respeto (y una ceja levantada): ¿por qué la deshonestidad? ¿"Protestante"? ¿En serio? ¡PROTESTANTE! El cartelito te queda más grande que los hábitos papales en una pasarela de moda. Dinos, mi querido “exprotestante”, ¿a cuál confesión protestante te adherías? Porque, claro, no es lo mismo haber sido bautizado en una comunidad histórica, con raíces confesionales, que salir de una secta unicitaria. Vamos, ¿de cuál confesión protestante hablamos? ¿a cual confesión magisterial te adherias? ¿A la Confesión Tetrapolitana, la Galicana, la Belga, la Primera Confesión de Basilea, la Helvética, la Escocesa, o quizás los Treinta y Nueve Artículos? ¿Qué tal el Consenso Tigurino o la Confesión de Londres? ¡Ah!, ya sé, ¿la Confesión de Westminster? A lo mejor te estás refiriendo a los Cánones de Dort o los Tres Símbolos de Unidad. ¿será acaso la confesión de Lambeth o la Valdense? ¿o por lo menos a los 28 articulos? ¡Ilústranos! Porque, vamos a ver, hay una gran, gran diferencia entre ser un protestante confesional, que entiende su fe y la vive en torno a su quehacer teológico, y tú, que vienes de una secta unicitaria, ¡una que niega la Trinidad, nada menos! Y no solo eso, ¡te bautizaste con ellos! No me vengas ahora con que los grupitos apostólicos y proféticos son la vanguardia de la confesionalidad reformada, porque ya no sé si reír o llorar. Así que, como decimos en México con el más cariñoso de los consejos: "ten tantita madre". No puedes seguir lucrando y engañando a las personas tan descaradamente. ¿O es que de verdad crees que nadie se va a dar cuenta de tu oportunismo disfrazado de conversión? La verdad tiene un peso propio, y no se necesita de shows teatrales ni historias emocionales mal contadas para sostenerla. DI LA VERDAD, no FUISTE PROTESTANTE, estuviste cerca de ser EVANGÉLICO, pero tampoco lo fuiste. Tus propias palabras te condenarán en el día del juicio, deja de engañar a la gente y se sincero por una vez en tu vida.